Mi mirada en tus ojos
tu palabra en mi oído
el tiempo un instante
el amor un delirio
Un susurro, un guiño
el azar y los sentimientos
el cielo en tus ojos
el querer en mis labios
Furiosa mirada
frenesí de besos
lujuria de sinrazones
instante sin fin
Sin tiempo que perder
despiertos para amar
el sol rozó los cuerpos
y así amaneció…
Joel González
14 de septiembre de 2010
Habichuelas mágicas
Poco a poco ascendió por la planta que surgió de la tierra hasta las nubes. Y, al llegar ahí, vio una enorme reja dorada custodiada por seres alados extraordinarios. Al acercarse al umbral, miró a un hombre de larga barba, vestido de blanco y con un manojo de llaves en su mano. Y entonces supo que los gigantes, huevos de oro y tierras mágicas no existen…
Joel González
Esta noche
Esta noche seré la sombra tras tu cortina
el susurro del viento y la intensidad de la lluvia
Esta noche vigilaré tus sueños
esparciré caricias y absorberé tu aliento...
Esta noche seré tu amante
seré tu amor, serás mía...
Esta noche...
Umbral
Abierta la puerta, sólo me lleva hacia la oscuridad
y las huellas se miran sólo con un giro atrás
el aire que me lleva sin sentido, sin razón
no hay nada, ahí no hay más ya…
No espero nada, porque la espera terminó
miedo y confusión, tormenta y devastación
sin tierra firme donde tender la piel
no hay nada, ahí no hay más ya…
El tiempo juega a desnudarme la nostalgia
que corre como río de sangre a la mar
la lluvia llegó, lluvia en mi rostro sin sal
no hay nada, ahí no hay más ya…
y las huellas se miran sólo con un giro atrás
el aire que me lleva sin sentido, sin razón
no hay nada, ahí no hay más ya…
No espero nada, porque la espera terminó
miedo y confusión, tormenta y devastación
sin tierra firme donde tender la piel
no hay nada, ahí no hay más ya…
El tiempo juega a desnudarme la nostalgia
que corre como río de sangre a la mar
la lluvia llegó, lluvia en mi rostro sin sal
no hay nada, ahí no hay más ya…
Algo extraño
Extraño su charla, extraño su risa
Extraño su sapiencia, pausa de vida
Extraño su platica, luminosa y sombría
Extraño sea mi mentora nocturna
Extraño ser su maestro de día
Y así, no sé porqué
Sólo sé que es extraño
Sólo sé que hoy la extraño...
Extraño su sapiencia, pausa de vida
Extraño su platica, luminosa y sombría
Extraño sea mi mentora nocturna
Extraño ser su maestro de día
Y así, no sé porqué
Sólo sé que es extraño
Sólo sé que hoy la extraño...
Quimeras
Me he robado tus fotos, he leído tus cartas
Y dicen que querer así no es normal
que estar prendido de una pantalla
no es más que una red de ilusiones
Y vivir de imágenes es beber agua sin tener sed
es alimentar el deseo sólo de quimeras…
Joel González
Encuentros
Frías fotos, cariño de hombre, pasión de mujer... unos y ceros entre ella y él…
Cálidos recuerdos, amor de mujer, frialdad de hombre... corazones distantes siempre entre él y ella.
Recuerdos que hacen historia, historias que se olvidan. Encuentros de amores que se alejan y otros que hacen vida...
Pero dime: ¿Qué es tu ausencia si no la grandeza de tu recuerdo?... ¿Qué fue tu amor?... si no la experiencia mejor vivida.
Sueños opacos, ánimas perdidas… Tu amor conmigo, mi amor sin ti…
Joel González
Avatares
Voces como ecos, que no palabras
con ojos dañados en busca de refugio
andando entre rostros vacíos, sin miradas
y calles nuestras a pesar del tiempo
Donde los no sueños se hacen piedra
y las voces amargan la garganta
pero con sabor a labios, a piel, a ti
así, a solas, quedar preso de tu religión
Y apagar el sentido, quemar el silencio
encontrando horas en la vida, sin vida
y razones para esta causa perdida
libre para migrar con la noche, con vos
Y vacío como sueño de alcoba, lleno de nada
rígido, muerto, por el valor de vivir
y nubes deprimidas por los huecos en el cielo
sin sonrisa, sin esperanza, sin fé
pero con el ansia de seguir…
Joel González
con ojos dañados en busca de refugio
andando entre rostros vacíos, sin miradas
y calles nuestras a pesar del tiempo
Donde los no sueños se hacen piedra
y las voces amargan la garganta
pero con sabor a labios, a piel, a ti
así, a solas, quedar preso de tu religión
Y apagar el sentido, quemar el silencio
encontrando horas en la vida, sin vida
y razones para esta causa perdida
libre para migrar con la noche, con vos
Y vacío como sueño de alcoba, lleno de nada
rígido, muerto, por el valor de vivir
y nubes deprimidas por los huecos en el cielo
sin sonrisa, sin esperanza, sin fé
pero con el ansia de seguir…
Joel González
Fin de la historia
Él dijo: “pongamos puntos suspensivos a nuestro amor”…
Pero ella decidió terminarlo todo. “Este es el punto final de lo que pudo ser”, dijo.
Y sus historias se siguieron escribiendo en hojas separadas...
Joel González
Pero ella decidió terminarlo todo. “Este es el punto final de lo que pudo ser”, dijo.
Y sus historias se siguieron escribiendo en hojas separadas...
Joel González
Cenit
Profundo mar de ira y desesperación
me hundo en tu sexo sin fin
furia sin razón, o con ella
que excita, que explota
Ciego por la rabia de tus besos
con el aura de tu cuerpo
perdido con las flores de tu cielo
la gloria en ti, dentro de ti
flores narcóticas que me tiñen
perfume, dulzura, pasión
mi corazón se quiebra al canto
y, entonces, el cenit
Joel González
me hundo en tu sexo sin fin
furia sin razón, o con ella
que excita, que explota
Ciego por la rabia de tus besos
con el aura de tu cuerpo
perdido con las flores de tu cielo
la gloria en ti, dentro de ti
flores narcóticas que me tiñen
perfume, dulzura, pasión
mi corazón se quiebra al canto
y, entonces, el cenit
Joel González
Fugitivo
Se esconde, me mira,
se escabulle, me rehúye
está ahí, entre la gente
es un mito…
Lo llaman amor…
Joel González
se escabulle, me rehúye
está ahí, entre la gente
es un mito…
Lo llaman amor…
Joel González
Pensando
Y pensando, pensé, ¿a caso ella pensará en mi? Y entonces mis pensamientos me arrullaron. Y así, pensando, llegó el sueño y con él, ella...
Como de costumbre
Hoy se levantó y, como de costumbre, se miró al espejo para después entrar a la regadera.
Tomó un baño de media hora, con agua muy caliente. Después caminó por la casa en calzoncillos, como de costumbre.
Miró el reloj mientras preparaba el desayuno. Como de costumbre, encendió el radio donde el locutor daba las noticias.
En la calle se escuchaba el barullo de la gente que iba y venía a todas partes. Y, como de costumbre, se dirigió por el periódico a la puerta.
Leyó poco a poco el diario. Ahí estaban, como de costumbre, los asesinatos, la caída de la bolsa y las guerras en Medio Oriente.
Poco a poco pasó hoja por hoja hasta llegar a los obituarios. Y, como de costumbre, buscó ese dedicado a él.
Joel González
Qué sería
Que delicioso es morir
en las llamas ardientes de la pasión
en el calvario sublime de una caricia
en las mieles amargas de un beso…
Que hermoso es sentirte desgarrado
por la ternura inverosímil
por el vértigo de un susurro
por la ceguera de la piel con piel…
Qué amante se resiste
al terremoto que dejan sus pasos
al torrente ingenuo de las miradas
al frío mar de las palabras…
Qué sería del sendero pasional del tiempo
sin el eterno existir
sin el eco de los abrazos que matan
sin excesos que hacen vivir…
Qué sería pues sin él, sin ella
sin ellos, que se entregan
que se atan para ser libres
que se hieren para querer…
Qué sería de ti,
de mí, sin amor…
Joel González
Twitter es cosa de perros
Quienes aún tengan la idea de que los perros han seguido a los humanos desde tiempos inmemoriales, se sorprenderán al saber que ahora los humanos le dan #follow a los perros, ¡pero en Twitter! Como ejemplo están @vitoysucola, un hermoso ejemplar que se describe a sí mismo en tres palabras: rubio, atlético y simpático.
O la internacionalmente conocida @KatieBichon, en cuya biografía se describe: “I’m a Therapy Dog and I love to help people feel better-If You Follow Me I Will Follow You!”. Y en verdad te regresa el #follow. Además, en Facebook tiene 2 mil 494 amigos (2 mil 495 conmigo), muchos más que cualquier humano promedio.
Hay pequeños como @juniorelperro que asegura que salió a correr, para luego simplemente ladrar un #yoconfieso y decirnos: #mientocomolamascotadepaulette o declarar su gusto por la TL de don @FedericoArreola y estar bien enterado al leer las noticias en SDP.
Pero quien crea que entre perros no hay razas, o #Twittstars si prefieren, se equivoca. Uno de ellos es el @PerroWOW, que se roza con personajes como @elnaquito o @arturoelias, y que suma 19 mil 596 followers en su #TL. O tan descuidados como @cholocholito, quien postea muy poco.
A @cholocholito le convendría, al igual que a @thorlab, seguir al @PerroWOW para aumentar su número de followers, porque ¿Quién dice que perro no sigue perro? Cuando #CamiloTorrres se anime a romper la brecha digital y por fin tenga su perfil en Twitter podría ser amigo de los tres. Espero que @grafografa insista en que #CamiloTorrres viva la experiencia.
Y si se trata de perros de acción, quien mejor que @colmillo_entei, un siberiano Husky que al parecer está buscando novia con la cual sacará su alter ego de lobo. Bien podría formar parte de @RescateAnimal y ayudar a la causa, ¿no es así mi querida @Cinya_?
Incluso los hay coquetos como @Roy_el, quien presume con singular alegría su collar cuando sale de paseo con @Patty_la, o para lanzarle el “can” a @CamilaDelCarmen, quien por cierto dudo que sea una perrita, aunque ¿por qué limitar el amor?.
Como sea. Sí, por milenios los perros, –pequeños y grandes, simpáticos y agresivos– han logrado esa simbiosis con nosotros y nos han acompañado incluso al espacio, ¿por qué no habrían de hacerlo también al ciberespacio?.
Yo no tengo perro, pero ya estoy aprendiendo su lenguaje, para así poder darle #followback a unos amigos que tengo pendientes. ¡¡¡Guau, guau!!!
Joel González Cisneros
@jodel_gc
O la internacionalmente conocida @KatieBichon, en cuya biografía se describe: “I’m a Therapy Dog and I love to help people feel better-If You Follow Me I Will Follow You!”. Y en verdad te regresa el #follow. Además, en Facebook tiene 2 mil 494 amigos (2 mil 495 conmigo), muchos más que cualquier humano promedio.
Hay pequeños como @juniorelperro que asegura que salió a correr, para luego simplemente ladrar un #yoconfieso y decirnos: #mientocomolamascotadepaulette o declarar su gusto por la TL de don @FedericoArreola y estar bien enterado al leer las noticias en SDP.
Pero quien crea que entre perros no hay razas, o #Twittstars si prefieren, se equivoca. Uno de ellos es el @PerroWOW, que se roza con personajes como @elnaquito o @arturoelias, y que suma 19 mil 596 followers en su #TL. O tan descuidados como @cholocholito, quien postea muy poco.
A @cholocholito le convendría, al igual que a @thorlab, seguir al @PerroWOW para aumentar su número de followers, porque ¿Quién dice que perro no sigue perro? Cuando #CamiloTorrres se anime a romper la brecha digital y por fin tenga su perfil en Twitter podría ser amigo de los tres. Espero que @grafografa insista en que #CamiloTorrres viva la experiencia.
Y si se trata de perros de acción, quien mejor que @colmillo_entei, un siberiano Husky que al parecer está buscando novia con la cual sacará su alter ego de lobo. Bien podría formar parte de @RescateAnimal y ayudar a la causa, ¿no es así mi querida @Cinya_?
Incluso los hay coquetos como @Roy_el, quien presume con singular alegría su collar cuando sale de paseo con @Patty_la, o para lanzarle el “can” a @CamilaDelCarmen, quien por cierto dudo que sea una perrita, aunque ¿por qué limitar el amor?.
Como sea. Sí, por milenios los perros, –pequeños y grandes, simpáticos y agresivos– han logrado esa simbiosis con nosotros y nos han acompañado incluso al espacio, ¿por qué no habrían de hacerlo también al ciberespacio?.
Yo no tengo perro, pero ya estoy aprendiendo su lenguaje, para así poder darle #followback a unos amigos que tengo pendientes. ¡¡¡Guau, guau!!!
Joel González Cisneros
@jodel_gc
Desempleado
Desempleado
¿Qué hace un príncipe con el tiempo libre que le queda cuando encuentra a una princesa independiente que no precisa ser rescatada?
¿Qué hace un príncipe con el tiempo libre que le queda cuando encuentra a una princesa independiente que no precisa ser rescatada?
Destino
Vertiginoso
así fue el inicio
Pausado y calmo
así continuó el destino
Y como cualquiera
al llegar a él
terminó.
Joel González
A Gisela... donde quiera que estés
así fue el inicio
Pausado y calmo
así continuó el destino
Y como cualquiera
al llegar a él
terminó.
Joel González
A Gisela... donde quiera que estés
Palabras
Palabras
Las palabras, por su libre uso, pueden ser propias o ajenas. Las encontramos formadas de grafías, sonidos o en los pensamientos de otros, y se convierten en nuestras cuando a la mente llegan para ser representadas o materializadas, luego, en forma de ideas.
Cuando escribimos o hablamos, las letras se alinean una a una como pequeños guerreros que formar batallones, para luego convertirse en un gran ejército que ataca sin piedad desde la imaginación de sus creadores.
Suelen ser nobles cuando se les usa para enamorar, y ayudan a los románticos sin remedio a conseguir la salvación. Su violencia no tiene límite cuando, para declarar la guerra, son usadas en un texto lleno de odio entre los humanos.
Las palabras son también religiosas. Conforman grandes libros que explican la verdad absoluta de los dioses; así, en plural. O pueden ser fantasiosas y pelean entre ellas convertidas en grandes guerreros de nombres milenarios perdidos en el tiempo.
Pueden ser tan breves como las ficciones que hablan sobre dinosaurios. Concretar el mejor sentimiento conocido por el hombre en cuatro letras, o explicar el fin de la vida en seis. Una sola de ellas puede denigrar o glorificar a la mujer y someter al hombre.
Las palabras, cada una de ellas con significado propio en diversas lenguas, ayudan a comprender el idioma que hablan sus hermanas. Sin embargo, en ocasiones su simple uso no nos ayuda a entender las marcadas divisiones entre ideologías.
Prepárate para conocer cada día, una vez por día, su correcta escritura y significado; no hay nada peor que hablar con ellas el lenguaje equivocado. Ámalas, a diario, con la intensidad de Shakespeare, la locura de Wilde, el desenfreno de Sade o la profundidad de Nietzsche o Kafka. Si eres bueno, el romance durará toda la vida.
Trátalas bien, no les hagas un desaire. Si inicias un libro, no claudiques hasta terminarlo. Pero, si por cualquier razón no puedes estar con ellas, ofréceles una disculpa y entrégate con mayor pasión la siguiente vez. Evita el frío contacto con ellas a través de la computadora y regresa al cálido roce de la tinta con la hoja; ellas lo agradecerán.
Las palabras, que no están quietas, siempre dan de qué hablar. Transgreden el tiempo, o más bien lo trascienden, y convierten a sus autores en inmortales, y porque no, en inmorales. Son fieles amantes y grandes compañeras, pero si se sienten traicionadas, seguro te abandonarán. Sin embargo, para nuestra fortuna, también saben perdonar…
Ahora lo sé...
Joel González
Las palabras, por su libre uso, pueden ser propias o ajenas. Las encontramos formadas de grafías, sonidos o en los pensamientos de otros, y se convierten en nuestras cuando a la mente llegan para ser representadas o materializadas, luego, en forma de ideas.
Cuando escribimos o hablamos, las letras se alinean una a una como pequeños guerreros que formar batallones, para luego convertirse en un gran ejército que ataca sin piedad desde la imaginación de sus creadores.
Suelen ser nobles cuando se les usa para enamorar, y ayudan a los románticos sin remedio a conseguir la salvación. Su violencia no tiene límite cuando, para declarar la guerra, son usadas en un texto lleno de odio entre los humanos.
Las palabras son también religiosas. Conforman grandes libros que explican la verdad absoluta de los dioses; así, en plural. O pueden ser fantasiosas y pelean entre ellas convertidas en grandes guerreros de nombres milenarios perdidos en el tiempo.
Pueden ser tan breves como las ficciones que hablan sobre dinosaurios. Concretar el mejor sentimiento conocido por el hombre en cuatro letras, o explicar el fin de la vida en seis. Una sola de ellas puede denigrar o glorificar a la mujer y someter al hombre.
Las palabras, cada una de ellas con significado propio en diversas lenguas, ayudan a comprender el idioma que hablan sus hermanas. Sin embargo, en ocasiones su simple uso no nos ayuda a entender las marcadas divisiones entre ideologías.
Prepárate para conocer cada día, una vez por día, su correcta escritura y significado; no hay nada peor que hablar con ellas el lenguaje equivocado. Ámalas, a diario, con la intensidad de Shakespeare, la locura de Wilde, el desenfreno de Sade o la profundidad de Nietzsche o Kafka. Si eres bueno, el romance durará toda la vida.
Trátalas bien, no les hagas un desaire. Si inicias un libro, no claudiques hasta terminarlo. Pero, si por cualquier razón no puedes estar con ellas, ofréceles una disculpa y entrégate con mayor pasión la siguiente vez. Evita el frío contacto con ellas a través de la computadora y regresa al cálido roce de la tinta con la hoja; ellas lo agradecerán.
Las palabras, que no están quietas, siempre dan de qué hablar. Transgreden el tiempo, o más bien lo trascienden, y convierten a sus autores en inmortales, y porque no, en inmorales. Son fieles amantes y grandes compañeras, pero si se sienten traicionadas, seguro te abandonarán. Sin embargo, para nuestra fortuna, también saben perdonar…
Ahora lo sé...
Joel González
Amor verdadero
Amor verdadero
Él recorría las calles entre la frenética multitud cuando la vio. Apenas cruzaron miradas y ya sabían que se amarían eternamente.
–Hola, eres el amor de mi vida-, dijo él. –En verdad eres tú el mío-, respondió ella.
Luego de un breve silencio ella preguntó, ¿cuál sería tu máxima prueba de amor?
Sin pensarlo un instante, él dijo: –Te daría mi vida entera, pero la estoy ocupando-. Y siguió su camino hasta perderse en el gentío.
Él recorría las calles entre la frenética multitud cuando la vio. Apenas cruzaron miradas y ya sabían que se amarían eternamente.
–Hola, eres el amor de mi vida-, dijo él. –En verdad eres tú el mío-, respondió ella.
Luego de un breve silencio ella preguntó, ¿cuál sería tu máxima prueba de amor?
Sin pensarlo un instante, él dijo: –Te daría mi vida entera, pero la estoy ocupando-. Y siguió su camino hasta perderse en el gentío.
Joel González
Desilusión
Desilusión
Tardó más de dos horas en redactar la breve carta que explicaba su decisión.
–No soporto más, el destino cruel y malicioso juega conmigo, nadie me amará.
Y, entonces, Cupido clavó una flecha en su corazón.
Joel González
Tardó más de dos horas en redactar la breve carta que explicaba su decisión.
–No soporto más, el destino cruel y malicioso juega conmigo, nadie me amará.
Y, entonces, Cupido clavó una flecha en su corazón.
Joel González
Inalcanzable
Inalcanzable
El hombre que mira estrellas caminaba en medio de la noche. Después de un rato encontró a un chico que lloraba a mares.
– ¿Qué es lo que te pasa?, –preguntó el hombre que mira estrellas, – ¿cuál es tu penar?
–Me he enamorado de una luz en el cielo, y no la puedo alcanzar-, respondió.
–Las estrellas, mi amigo, deben quedarse ahí, porque si todos los enamorados pudieran tener una, el cielo quedaría sin un solo lucero.
Entonces, el joven enjugó sus lágrimas y se fue por el camino con el hombre que mira estrellas.
Joel González
El hombre que mira estrellas caminaba en medio de la noche. Después de un rato encontró a un chico que lloraba a mares.
– ¿Qué es lo que te pasa?, –preguntó el hombre que mira estrellas, – ¿cuál es tu penar?
–Me he enamorado de una luz en el cielo, y no la puedo alcanzar-, respondió.
–Las estrellas, mi amigo, deben quedarse ahí, porque si todos los enamorados pudieran tener una, el cielo quedaría sin un solo lucero.
Entonces, el joven enjugó sus lágrimas y se fue por el camino con el hombre que mira estrellas.
Joel González
Un sueño
Un sueño
Los párpados le pesaban y las ojeras se marcaban de forma prominente.
–Anoche no podía dormir, ¡pensaba en usted!, –le dijo mirando sus ojos claros.
– ¿Qué hizo para conciliar el sueño? –Preguntó ella-, ¿ha podido dormir sólo un poco?
–Eso creo, aunque no sé cuanto, –contestó, al tiempo que se acercaba para besarla.
Y entonces no deseó saber si este era, o no, el mundo onírico.
Joel González
Los párpados le pesaban y las ojeras se marcaban de forma prominente.
–Anoche no podía dormir, ¡pensaba en usted!, –le dijo mirando sus ojos claros.
– ¿Qué hizo para conciliar el sueño? –Preguntó ella-, ¿ha podido dormir sólo un poco?
–Eso creo, aunque no sé cuanto, –contestó, al tiempo que se acercaba para besarla.
Y entonces no deseó saber si este era, o no, el mundo onírico.
Joel González
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